Datos curiosos de la araña de tela de embudo, uno de los animales más venenosos del mundo
Entre los animales más venenosos del mundo nos encontramos con la araña de tela de embudo, también conocida como araña de Sidney. Sí, tal y como su propio nombre indica, es una especie originaria de Australia que habita en jardines y sitios húmedos. Una picadura puede resultar letal y los primeros síntomas suelen ser los siguientes: espasmos musculares y exceso de salivación y sudoración. A medida que transcurren las horas, aumentan la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Se trata de la «araña más mortífera del mundo». La hembra mide entre 6 y 7 centímetros y es de color azuloscuro o marrón brillante con pelos aterciopelados en el abdomen. Mientras, el macho es más pequeño, de unos 5 centímetros de longitud en la edad adulta. Sus patas son sólidas y brillantes, y tienen una filta de dientes en el surco del colmillo.
Mientras que la hembra permanece en la madriguera y únicamente sale a la entrada para atrapar a sus presas, el macho sí sale en busca de alimento. Sus principales fuentes de alimentación son las lagartijas, los insectos y las ranas.
En lo que respecta a su hábitat, se localiza en Asutralia, especialmente en Victoria, Queensland, Nueva Gales del Sur y Australia Meridional. Tiene la costumbre de ocultarse debajo de maderas caídas y de rocas. También se esconde debajo del suelo húmedo de las casas.
La araña de tela de embudo es un animal muy resistente a las temperaturas extremas. Sus telas miden entre 20 y 60 centímetros de largo, y la entrada es en forma de «T» o «Y». La tejen moldeando la forma de un embudo, de ahí su nombre.
En cuanto a su esperanza de vida, mientras que las hembras viven 20 años, los machos sólo viven durante 1 año aproximadamente.
¿Cómo es la picadura de la araña de tela de embudo?
La picadura de esta araña es muy dolorosa y provoca entumecimiento en la boca y los labios durante 20 minutos. Los síntomas más frecuentes son: visión doble, dificultad para tragar, hipertensión arterial, dificultad respiratoria, dolor articular, espasmos, confusión, dolor de cabeza, sudoració, diarrea, náuseas, vómitos, escalofríos y temblores.
Al tratarse de una picadura potencialmente mortal, sobre todo en niños, hay que acudir inmediatamente a un centro hospitalario. Tras la administración del antídoto los síntomas pueden persistir durante varios días.
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